martes, 16 de octubre de 2012

El plato roto





Yo también estoy de acuerdo, pero tengo unos cuantos peros.

Quizás en el momento de romperlo no sabes qué hacer para arreglarlo, por eso lo único que te sale es pedir perdón. Pero llega un momento que encuentras ese pegamento que sabes que va a arreglarlo. Lo malo es que ha pasado tanto tiempo que el plato ya no se deja arreglar. Al menos no de esas manos que un día lo rompieron.

lunes, 15 de octubre de 2012

Fantasmas del pasado

Hacía tiempo que no volvía a este rinconcito. Y hacía tiempo que el cuerpo me pedía volver. Para mí es como mi espacio íntimo y personal, aunque todos podéis verlo. Es como gritar al vacío. Espero que alguien me escuche.

En estos días han pasado cosas. Demasiadas cosas.
Creía que te había olvidado. Por fin era libre. Por fin era yo. Pero tuviste que volver y contigo todos esos sentimientos que creía olvidados.
Hay cosas que aunque entienda me es muy difícil aceptarlas. ¿Por qué has tenido que volver? ¿Por qué ahora? ¿Por qué me sigues queriendo? ¿Por qué es tan difícil si los dos nos seguimos queriendo? Para esto último hay una respuesta. Porque la experiencia nos hace desconfiar del futuro; te hace desconfiar de mí.
¿Cómo puedes volver a conquistar a una persona que ya no cree? ¿Cómo puedo demostrártelo si no me dejas? "La felicidad está hecha para los valientes". Eso es muy fácil decirlo.
Aunque sé que no nos hace bien quedar ni llamarnos, es eso precisamente lo que quiero. Quiero que te dejes llevar. Que no pienses. Que sólo te dejes llevar, porque te prometo que no volverías a sufrir en tu vida. Por lo menos, no por mí. Ahora sé que estás sufriendo porque quieres estar conmigo, pero no te dejas. Si te dejaras volverías a sonreír, y esta vez para siempre. A esa gente que te dice que ahora eres mucho más feliz le demostraría que puedes serlo mucho más.
De los errores se aprende. Sé que me cuesta mucho aprender, y tú no eres el único ejemplo. Pero te repito (aunque una vez más no sirva de nada) que no soy el mismo chico que dejaste atrás hace unos meses. En este tiempo he recibido muchos golpes, y todos a la vez. Cosa que me ha hecho crecer y evolucionar. Sé que soy una persona diferente, que he cambiado, y de hecho, sigo cambiando. Te costará creerlo, pero me encantaría demostrártrelo.
Ojalá llegue el día que te dejes llevar, que me dejes demostrarte todo esto y que volvamos a ser felices. Y vivamos juntos, rodeados de niños y perros. En una casa grande. Con una valla blanca.

¿Acaso no has disfrutado estos días a mi lado? Aunque no haya pasado nada. Sé que sí. Sé que si no lo intentas es por miedo. Y el miedo es una mierda. Es verdad que cuando estamos juntos estamos muy bien, y cuando nos separamos nos arrepentimos de haber vuelto a vernos. Porque duele más. Es un ejemplo de que tenemos que volver. O tal vez sea una excusa para volverte a ver. No lo he decidido aún.

Supongo que es más fácil decir todo esto aquí, en este agujero negro. Sabiendo que nunca lo vas a leer. Aunque me encantaría que lo leyeras y volvieras a mi lado. Suena muy calzonazos, pero viviría por y para ti. Cuando me dices que no va a haber nadie que me quiera como lo has hecho tú, lo sé. Y duele. Pero lo que más duele es no haberte querido cómo tendría que haberlo hecho. Y que no te dejes quererte ahora. Cuando yo te digo que espero que encuentres a alguien que te quiera como yo no he sabido, lo que quiero decir es que quiero ser yo esa persona.

Lo siento.