viernes, 20 de octubre de 2017

Dudas y más dudas

Normalmente suelo tener el tema del que quiero hablar bastante claro. Y más o menos sé como estructurarlo. Normalmente, le doy a añadir entrada, coloco el título y empiezo a escribir el cuerpo del texto.

Esta vez no es así.

Esta vez estoy tan confuso, hay tantos y tan diferentes sentimientos en mi interior que no sólo no sé por donde empezar a soltar esto, sino que no sé qué nombre ponerle. Confío en que, como de costumbre, al empezar a escribir, las palabras broten solas.

La razón por la que escribo esto principalmente es ordenar mis sentimientos y ser todo lo brutalmente sincero que puedo llegar a ser, incluso conmigo mismo (lo que, a veces, es lo más difícil). Creo que lo mejor es empezar por el principio para ponernos en antecedentes.

Te conocí hará 3 meses. Hacía mucho tiempo ya me habían hablado de ti. Y por lo que sé, también sabías de mí por las mismas personas. De hecho, creo que tú sabías más de mí que yo de ti. Conocernos fue gracias a estos amigos en común. Me decían que eras una chica fantástica, muy divertida y que siempre creyeron que tú y yo haríamos muy buena pareja. Después de varias semanas, por fin me decidí a hablar contigo. Estuvimos hablando durante días y la primera impresión no fue nada mala, aunque a raíz de hablar sólo por whatsapp, sin vernos las caras y sin hacerlo en persona, aquello fue en decadencia hasta pensar que eras una chica bastante más sosa de lo que yo quería (aún me acuerdo cuando, semanas más tarde, te dije esto y te enfadaste un poco).

Al fin quedamos un viernes por la mañana, en persona, para desayunar. Creo que los dos sabíamos perfectamente para qué quedamos ese día. Queríamos comprobar in situ si nos gustábamos, si existía atracción por las dos partes. Y tengo que decir que aunque la impresión no fue mala y mejoró la idea que tenía de ti, no fue todo lo buena que yo quería que fuese. "No importa", pensé. "Llevo muchísimo tiempo soltero y enseguida quiero enamorarme hasta las trancas y que este amor sea correspondido. Conocerte un día y al siguiente presentarte familia y amigos. Y así, al pasar unos días, vivir juntos, casarnos y tener dos hijos (Ésto último es una exageración, pero creo que se me entiende)."

El caso, y para resumirlo todo, tiré para adelante y sea como fuere, comenzamos a salir juntos. en todo este tiempo de relación he tenido mis dudas. De si estaba contigo sólo por estar con alguien, si estaba perdiendo el tiempo o jugando contigo... Además no podía evitar compararte con otras relaciones pasadas y siempre quedabas por debajo. Pero tras estas dudas, al estar contigo una tarde juntos se me pasaba. "¿Te acuerdas las rayadas que te conté? Eran chorradas mías" decía.

No quiero que dé la impresión de que no he disfrutado estando contigo. Por supuesto que lo he hecho. Pero quiero más. Me explico.

Lo he dicho siempre en todo este tiempo. Te quiero. Mucho. Pero no estoy enamorado. Entendiéndose el estar enamorado con el estar tonto. Con estar ensimismado. Y me gustaba eso, pero creo que no soy así. Por un lado pienso que es mejor así. Nos queremos un montón, disfrutamos mucho el uno con el otro, pero ya está. Pero yo no soy asi. A mi cuando me gusta alguien, cuando me gusta de verdad, me obsesiono con esa persona. la dibujo en cada foto que veo, cada vez que suena el móvil deseo que sea ella, cada cosa que hace, por tonta que sea, me parece maravilloso. Y contigo nunca ha sucedido eso. Pero igualmente te quiero un montón! Vaya puto lío.

Este mismo martes me dijiste que, aunque me querías mucho, no notabas esa chispa que había al principio (¡hace tan solo 3 meses!). Debo decir que en ese momento yo no me esperaba nada de eso. "¡Que esto se ha acabado!" pensé. Y, sinceramente, me quedé en shock. De hecho, si no lloré era porque no me salían las lágrimas, aunque el pecho lo tenía compungido. Decidimos (decidí, más bien) darnos un tiempo, poco, para mirar dentro de cada uno y ver qué sentiamos. Yo tenía claro que iba a sufrir, que te iba a echar muchísimo de menos desde el minuto 1. Pero, sorprendentemente, no es así.

Han pasado ya 3 días desde esta noticia. Y la verdad, me siento bien (relativamente). Sinceramente, apenas me acuerdo de ti más que una o dos veces al día. No he llorado nada en absoluto. Y no lo entiendo del todo.

Por un lado me digo a mi mismo que basta de engañarme. He pasado tres meses a tu lado y no he sentido esas mariposas en el estómago. No tengo esa obsesión enamoradiza que me caracteriza. ¿Será entonces que empecé una relación contigo apresuradamente, sin apenas conocerte, sólo por estar con alguien? Quiero decir que no (hacerte daño es lo último que quiero) pero no las tengo todas conmigo.

Por otro lado pienso que tan solo han pasado 3 meses. Muy poco tiempo para conocer a una persona y mucho menos enamorarte. ¿Pero el amor no viene sólo? ¿No viene de un flechazo tal y como nos lo muestran los estudios de Hollywood? Además sólo han pasado 3 días desde la "ruptura" cuando tú y yo hemos estado mucho mas tiempo sin vernos. ¿Será que no me he dado el tiempo suficiente para echarte de menos?

Al final este tiempo que nos hemos dado me va a venir mejor a ti que a mi.

Lo único que sé es que al margen de todo, eres una persona maravillosa. Cuando te he dicho que te quiero, lo he dicho siempre de verdad. He disfrutado cada segundo contigo. Tú has alegrado algunos de mis días más tristes. Me haces feliz. Existe un amor ahí. Pero, ¿estaré confundiendo el amor de amistad con el amor de pareja? No lo sé. Debo darme más tiempo.


Me dejo muchas cosas por soltar, por escribir y por descubrir. Pero no he puesto aún ni mi cabeza ni mi corazón en orden. Y además, llego tarde a un café.