
En resumen, critica la educación católica por parte de curas, ya que según la autora, privatizan el sexo y hacen que sea algo traumático.
En primer lugar, debo decir que yo me he criado en una familia católica, y he pasado mi vida en dos colegios, ambos católicos. De hecho, hace poco celebré mi confirmación, como muestra de que me gusta ser catolico y quiero seguir siéndolo, al estilo de Jesús, es decir, ayudando a la gente.
Es verdad que hay curas pederastas, como hay jóvenes violadores o maridos que maltratan a sus mujeres, pero no por eso culpamos a todos los jóvenes ni a todos los maridos.
De hecho, en el artículo sólo habla de la Iglesia propia del tiempo de nuestros abuelos, donde mantener relaciones sexuales era el mayor de los sacrilegios y si no ibas a misa un domingo ya era pecado mortal y estabas condenado a los infiernos.
Estamos en el siglo XXI, por el amor de Dios, y la Iglesia, como todo lo demás, evoluciona. Porque, como ya dijo Jesús, todo se resume en un mandamiento: Amaos los unos a los otros. Y no hay mejor forma de expresar el amor por alguien que compartir tu cuerpo y tu gozo con esa persona, tanto si estás casado como si no.
¿Que opináis del tema? ¿Conocéis a alguien que siga pensando de una manera tan retrógada?
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